Cuidados

Maine Coon

Cute Maine Coon cat
Cuidados y aseo

El Maine Coon, al igual que cualquier otra raza de gatos, necesita cuidados básicos, como baño, peinado y cuidado de uñas. La castración también puede ser beneficiosa para su salud y calidad de vida. El pelo semilargo del Maine Coon requiere peinado frecuente y corte de uñas. Un rascador es útil para satisfacer su instinto felino y evitar que arañen los muebles. El arenero también es esencial, y se debe elegir el adecuado y la arena que mejor toleren.

Alimentación

Es un gato fácil que puede comer de todo: carne o pescado integrados en una ración completa y equilibrada, croquetas (de buena calidad). Pregunta a tu veterinario por la ración ideal adaptada al estilo de vida de tu gato.
Asegúrate de que el gato tenga acceso constante a agua fresca para mantener una buena hidratación. Los gatos, incluidos los Maine Coon, son sensibles a la calidad del agua, por lo que se debe cambiar y mantener limpia durante el día para alentarlos a beber con frecuencia.

Enfermedades

El Maine Coon es un gato fuerte, pero puede lesionarse al cazar o ser mordido por otro animal. Las caídas pueden provocar a menudo una fractura de la pata o que otro animal lo muerda.

Otras enfermedades del Maine Coon:

La diabetes en el Maine Coon
La diabetes en los animales se parece a la diabetes en los humanos: una hiperglucemia crónica ligada a un trastorno del metabolismo de la glucosa. A veces está ligada a la obesidad, a los trastornos pancreáticos u otras patologías.

Cálculos urinarios en el Maine Coon El gato puede sufrir cálculos u otras enfermedades de las vías urinarias. Es importante dejarle siempre un cuenco lleno de agua para que pueda beber cuando quiera.

Enfermedades genéticas en el Maine Coon La cardiomiopatía hipertrófica felina (una enfermedad cardíaca que puede provocar insuficiencia cardíaca) puede afectar a esta raza de gatos. Así como la poliquistosis renal (quistes en los riñones), la atrofia muscular espinal (que provoca debilidad muscular) o la displasia de caderas.

Persas

Cuidados y aseo

Ese abrigo largo y hermoso no se mantiene limpio y sin enredos por sí solo. Deberás:

Cepillar su pelo suave pero minuciosamente todos los días.
Idealmente, bañarlo una vez al mes.
En época de pelecha aumenta el cepillado a dos o tres veces al día, para asegurarte que no trague pelo al lamerse y no se formen bolas de pelo en su estómago.

Mantén su caja de arena siempre limpia para que no se peguen restos en el pelo de sus patas, o simplemente dejará de usar la caja.

Alimentación

Al momento de escoger el pienso para un gato persa, es conveniente tener en cuenta lo siguiente:

Debe incluir croquetas de un tamaño pequeño, las cuales faciliten su ingesta.

Tiene que ofrecer fibras específicas, las cuales permitan estimular el tránsito intestinal y al mismo tiempo que prevenir el desarrollo de bolas de pelo.

Debe contar con un aporte nutricional que se ajuste a los requerimientos de los felinos con pelaje largo.

Es importante que sean alimentos bajos en grasa a fin de impedir el sobrepeso.

Enfermedades

Los persas son propensos a una serie de posibles problemas de salud relacionados con su estructura facial. Estos pueden ser:

Dificultad para respirar o respiración ruidosa causada por fosas nasales estrechas.
Maloclusiones dentales, lo que significa que los dientes no encajan bien.
Lagrimeo excesivo, esto puede dañar la piel alrededor de sus ojos.
Afecciones oculares como ojo de cereza y entropión.
Sensibilidad al calor.
Enfermedad renal poliquística.
Infección por hongos en los pliegues de su cara.

Para evitar estos problemas te recomendamos que lo lleves a control con el veterinario una vez al año, para que junto con sus vacunas y desparasitaciones, el médico realice un chequeo de salud completo.

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